Saturday, December 29, 2012

Cuento de Nochebuena





                       
Junto a nuestros deseos por una Felíz Navidad plena de Salud, Paz y Bienestar, publicamos este "Cuento de Nochebuena", lleno de encanto, fantasía y espiritualidad,  del poeta nicaraguanse Rubén Darío, máxima representación del modernismo literario en lengua española. 
Darío es llamado "principe de las letras castellanas".


                                                            *******

El hermano Longinos de Santa María era la perla del convento. Perla es decir poco
para el caso era un estuche, una riqueza
un algo incomparable e inencontrable. 
                                                                       
  




Lo mismo ayudaba al docto fray Benito en sus copias, distinguiéndose en ornar de mayúsculas los manuscritos; como en la cocina hacía exhalar suaves olores a la fritanga permitida después del tiempo de ayuno; así servía de sacristán, como cultivaba las legumbres del huerto y en maitines o vísperas su hermosa voz de sochantre resonaba armoniosamente sobre la techumbre de la capilla.





Más su mayor mérito consistía en su maravilloso don musical, en sus manos, en sus ilustres manos de organista.



Ninguno entre toda la comunidad conocía como él, aquel sonoro instrumento del cual hacía brotar las notas como bandadas de aves melodiosas, ninguno como él acompañaba, como poseído por un celestial espíritu, las prosas y los himnos y las voces sagradas del canto llano.
Su eminencia el cardenal -que había visitado el convento en un día inolvidable- había bendecido al hermano, primero, abrazádole enseguida y por último díchole una elogiosa frase latina, después de oirle tocar. 

Cuando estaba en alguna labor, tenía siempre un himno en los labios, como sus hermanos los pájaritos de Dios.

Todo lo que en el hermano Longinos resaltaba, estaba iluminado por la más amable sencillez y por la más inocente alegría.
Y cuando volvía, con su alforja llena de limosnas, taloneando a la borrica, sudoroso bajo el sol, en su cara se veía un tan dulce resplandor de jovialidad, que los campesinos salían a las puertas de sus casas, saludándole, llamándole hacia ellos:
"¡Eh!, venid acá, hermano Longinos y tomaréis un buen vaso..." 
Su cara la podéis ver en una tabla que se conserva en la abadía, bajo una frente noble, dos ojos humildes y oscuros, la nariz un tantico levantada, en una ingenua expresión de picardía infantil, y en la boca entreabierta, la más bondadosa de las sonrisas. 
                                                                                                            

Avino, pues, que un día de Navidad, Longinos fuese a la próxima aldea, pero:
¿no os he dicho nada del convento?


Este estaba situado cerca de una aldea de labradores, no muy distante de una vasta floresta, en donde antes de la fundación del monasterio, había cenáculos de hechiceros, reuniones de hadas y de silfos, y otras tantas cosas que favorece el poder del Bajísimo de quien Dios nos guarde.                                                             




Fué, pues, en un día de navidad, y en la aldea, cuando el buen hermano se dió una palmada en la frente y exclamó lleno de susto, impulsando a su caballería paciente y filosófica:
-¡Desgraciado de mí! ¡Si mereceré triplicar los cilicios y ponerme por toda la vida a pan y agua!
¡Cómo estarán aguardándome en el monasterio!
Era ya entrada la noche, y el religioso, después de santiguarse, se encaminó por la vía de su convento.
Las sombras invadieron la tierra. No se veía ya el villorrio y la montaña, negra en medio de la noche, se veía semejante a una titánica fortaleza en que habitasen gigantes y demonios. Y fue el caso que Longinos, anda que te anda, pater y ave tras pater y ave, advirtió con sorpresa que la senda que seguía la pollina, no era la misma de siempre.
Con lágrimas en los ojos alzó los ojos al cielo pidiéndole misericordia al Todopoderoso, cuando percibió en la oscuridad del firmamento una hermosa estrella...
 una hermosa estrella de color de oro, que caminaba junto con él, enviando a la tierra un delicado chorro de luz que servía de guía y de antorcha.

Dióle gracias al Señor por aquella maravilla y a poco trecho, como en otro tiempo la del profeta Balaam, su cabalgadura se resistió a seguir adelante y le dijo con clara voz mortal:
"Considerate feliz hermano Longinos, pues por tus virtudes has sido señalado para un premio portentoso".

No bien había acabado de oir esto, cuando sintió un ruido, y una oleada de exquisitos aromas.
Y vió venir por el mismo camino que él seguía y guiados por la estrella que él acababa de admirar, a tres señores espléndidamente ataviados.
Todos tres tenían porte e insignias reales.


El delantero era rubio como el ángel Azrael; su cabellera larga se esparcía sobre sus hombros, bajo una mitra de oro constelada de piedras preciosas, 
su barba entretejida con perlas e hilos de oro resplandecía sobre su pecho, iba cubierto con un manto en donde estaban bordados, de riquísima manera, aves peregrinas y signos del zodiaco. 
Era el rey Gaspar, caballero en un bello  caballo.

 El otro, de cabellera blanca, ojos también negros y profundamente brillantes, rostro semejante a los que se ven en los bajos relieves asirios, ceñía su frente con una magnífica diadema, vestía vestidos de incalculable precio, era un tanto viejo, y hubiérase dicho de él, con sólo mirarle, ser el monarca de un país misterioso y opulento, del centro de la tierra de Asia. 
Era el rey Baltasar y llevaba un collar de gemas cabalístico que terminaba en un sol de fuegos de diamantes. 
Iba sobre un camello caparazonado y adornado al modo de Oriente.

El tercero era de rostro negro y miraba con singular aire de majestad, formábanle un resplandor los rubíes y esmeraldas de su turbante. 
Como el más soberbio príncipe de un cuento, iba en una labrada silla de marfil y oro sobre un elefante. 
Era el rey Melchor.



 Pasaron sus majestades y tras el elefante del rey Melchor, con un no usado trotecito, la borrica del hermano Longinos, quien, lleno de mística complacencia, desgranaba las cuentas de su largo rosario.


Y sucedió! que —tal como en los días del cruel Herodes— los tres coronados magos, guiados por la estrella divina, llegaron a un pesebre, en donde, como lo pintan los pintores, estaban
 la Reina María, el Santo Señor José y el Dios recién nacido.



Y cerca, la mula y el buey, que entibian con el calor sano de su aliento el aire frío de la noche.

 Baltasar, postrado, descorrió junto al Niño un saco de perlas y de piedras preciosas y de polvo de oro.


Gaspar en jarras doradas ofreció los más raros ungüentos. 
Melchor hizo su ofrenda de incienso, de marfiles y de diamantes...

Entonces, desde el fondo de su corazón, Longinos, el buen hermano Longinos, dijo al Niño que sonreía:
—Señor, yo soy un pobre siervo tuyo que en su convento te sirve como puede. 
¿Qué te voy a ofrecer yo, triste de mí? 
¿Qué riquezas tengo, qué perfumes, qué perlas y qué diamantes? 
Toma, señor, mis lágrimas y mis oraciones, que es todo lo que puedo ofrendarte.


Y he aquí que los reyes de Oriente vieron brotar de los labios de Longinos las rosas de sus oraciones, cuyo olor superaba a todos los ungüentos y resinas y caer de sus ojos copiosísimas lágrimas que se convertían en los más radiosos diamantes por obra de la superior magia del amor y de la fe, todo esto en tanto que se oía el eco de un coro de pastores en la tierra y la melodía de un coro de ángeles sobre el techo del pesebre.


                   


Entre tanto, en el convento había la mayor desolación. 
Era llegada la hora del oficio. 
La nave de la capilla estaba iluminada por las llamas de los cirios. 


El abad estaba en su sitial, afligido, con su capa de ceremonia. 
Los frailes, la comunidad entera, se miraban con sorprendida tristeza. 
¿Qué desgracia habrá acontecido al buen hermano?
¿Por qué no ha vuelto de la aldea? 
Y es la hora del oficio, y todos están en su puesto, menos quien es gloria de su monasterio, el sencillo y sublime organista... 
¿Quién se atreve a ocupar su lugar? 
Nadie. Ninguno sabe los secretos del teclado, ninguno tiene el don armonioso de Longinos. 
Y como ordena el prior que se proceda a la ceremonia, sin música, todos empiezan el canto dirigiéndose a Dios llenos de una vaga tristeza...



De repente! en los momentos del himno, en que el órgano debía resonar... 
resonó, resonó como nunca. 
Sus bajos eran sagrados truenos, sus trompetas excelsas voces, sus tubos todos estaban como animados por una vida incomprensible y celestial. 
Los monjes cantaron, cantaron, llenos del fuego del milagro.



Y aquella Noche Buena, los campesinos oyeron que el viento llevaba desconocidas armonías del órgano conventual, de aquel órgano que parecía tocado por manos angélicas como las delicadas y puras de la gloriosa Cecilia...


Santa Cecilia Patrona de los músicos.


El hermano Longinos de Santa María entregó su alma a Dios poco tiempo después, murió en olor de santidad.
 Su cuerpo se conserva aún incorrupto, enterrado bajo el coro de la capilla, en una tumba especial, labrada en mármol.



FIN



Amigos, dichosa Nochebuena, un Felíz y Próspero Año Nuevo 2013 pleno de Salud, Alegría, Bendiciones y 
PAZ, PAZ, PAZ.






Imágenes: web.


Wednesday, November 21, 2012

En el monte verdea y en la casa blanquea... qué será?












                
El casabe o cazabe, un producto netamente campesino y artesanal, es un derivado de la yuca o tapioca.
Si supieramos los beneficios y propiedades de este alimento, sería el pan nuestro de cada día, en lugar de comer tanto pan blanco y harinas refinadas.


Disfrutemos de esta bendición de la naturaleza" (Keshava Bhat)


                                                         
La yuca y el casabe tienen un gran valor nutritivo por su alto contenido de fibra y por sus propiedades 
desintoxicantes, depurativas y
 antiflamatorias.
Este alimento ayuda a controlar diarreas y cólicos y es de gran beneficio a las personas con gota y con exceso de ácido úrico 
Reduce el nivel de colesterol en la sangre 
Previene la arterioesclerosis y trombos, además de facilitar el correcto drenaje linfático.

  
 La aplicación tópica de las hojas de la yuca se utiliza como remedio natural para reducir dolores en general especialmente los de tipo articular
artritis, artrosis y reuma.
Las hojas también se usan como emplastos en eccemas, dermatitis, quemaduras etc.

El humilde casabe no debería faltar en la mesa de los venezolanos especialmente por ser un producto hecho en el país, fácil de conseguir y relativamente económico.

El casabe se consume acompañando sopas, hervidos, guisos, granos, tostado y untado con aceite de oliva o mantequilla y perejil o se come simplemente como si fuera pan.
También se utiliza para espesar caldos, sopas y salsas. 
La variedad mas gruesa generalmente se consume ligeramente humedecida.
     


El casabito galleta, fino y quebradizo, resulta un delicioso entremés gourmet servido con ensaladas, salsas, mojitos, antipasto, dips de caraotas negras con crema de leche, de berenjena de garbanzos o de yogurt con finas hierbas o con ajonjolí pulverizado ado etc.




Un dip rápido y exquisito
Tomates picados muy chiquitos
Pimiento morrón picado muy chiquito
Cebolla picada muy chiquita
Sal y pimienta.
Aceite de oliva hasta "ahogar" la mezcla.
***
Otro dip* idem
Cuando tengamos caraotas negras cocinadas apartar una taza. 
Licuar las caraotas hasta que queden con consistencia de crema.
Servir en un bowl
Agregar una cucharada sopera de crema de leche y mezclar bien, a mano. 
Rectificar sal y pimienta.
Deliciosa crema lista para untar al casabito.

El casabe o cazabe, es un pan ácimo, crujiente, delgado y circular hecho de harina de yuca, que se asa en un fogón típico llamado budare.

Elaboración de casabe en budare.


 Raíz de yuca dulce.

La yuca es buena en cualquiera de sus preparaciones     
En muchos lugares del planeta la yuca o mandioca o casabe es el alimento básico.

                                        


Yuca dulce sancochada con mojito

Puede ser consumida directamente después de hervida, agregada a las sopas  u otros platos, sofrita en mantequilla o usada como un ingrediente a base de masa por ejemplo en pudines, purés, buñuelos, arepitas, torticas y una y mil variantes.


Buñuelos de yuca

 Esta raíz se usa extensivamente en la cocina latinoamerica.


Palitos de yuca horneados.

Con el casabe se elabora un dulce que es una combinación de casabe con papelón o panela y queso y se le da el nombre de naiboa que es una comida típica de la región de Barlovento y de la Costa Oriental de Venezuela.


Naiboa en un mercado del oriente del país

En el Oriente del país se consigue una variante rellena de coco y azúcar morena, resultando una torta menos tostada que la barloventeña. 
A veces se decora con harina de yuca, formando dibujos, o las iniciales de un nombre para dedicárselas a algún amigo o familiar.

¡O J O!

La yuca nunca debe consumirse cruda porque posee unas tóxinas que se destruyen sólo con el calor.
Por eso hay que cocinarla muy bien antes de consumirla.

*******

Un poquito de historia.

El vocablo "yuca" viene del dialecto de los indios caribes, de origen quiché, quienes la llamaban "yogca" que traducido al castellano, significa "que se amasa sola". 
La yuca, mandioca, casava o casabe, "Manihot esculenta", 
es un arbusto perenne de raíz almidonosa de alto valor alimentario por su contenido de hidratos de carbono y azúcares y es extensamente cultivado en Sudamérica.

Abusto de yuca "manihot esculenta"               
La producción y el consumo de la yuca se remonta a tiempos prehispánicos.



Yuca amarga o brava

La yuca amarga o brava es usada para hacer el casabe, un pan americano indígena, que era mucho más común que cualquier cereal basado en el pan de las culturas precolombinas del Caribe.




Harina de yuca
                
El casabe se elabora a partir de la yuca o mandioca, también conocida como 
yuca brava o yuca amarga o tóxica 
la cual es cultivada específicamente para el casabe, ya que aún hervida, resulta dura y amarga y puede producir malestar.
(se identifica por sus hojas).


Yuca amarga

                     
Al Este de Venezuela muchos grupos étnicos indígenas elaboran el casabe, que es considerado su pan o alimento principal.
Las comunidades indígenas como los 
Ye-Kuana, 
Kari-Ña, Yanomami, Piaroa, Guarao o Warao mantienen estas tradiciones.


   
Actualmente es producido en distintas zonas de Venezuela y existen varios tipos. Hacia el llano, la variedad más fina es llamada casabe "galleta" por su fragilidad al partirlo y hacia el Sur del país se elabora una variedad más gruesa.

           
          Tortas de casabe grueso


Refrán popular: 
No importa si te mojas... total tu no eres de casabe.

                                                              

  Fotos:MFQ
  Otras: Internet
  * Receta crema de caraotas: Maruja.
  Fuentes:
- Ant.PJM.
- "Enyzol"
- Bastidas A. 1991. "Pan de la tierra llamaban los españoles al casabe" Rev.
  Tierra y hombre.

Wednesday, October 31, 2012

¡Dios nos Bendiga con la salud!


                                                FRUTAS Y ...

Después de 10 meses fuera de las aguas de la navegación virtual, retomamos el cauce que nos conduce al Blog Secretos de Cocina, con nuestro deseo de contribuir desde estas humildes páginas a continuar divulgando por este medio, el mensaje del Naturismo Tropical, propuesto incansablemente por el Dr. Keshava Bhat, a través de su lema:
Una manera sencilla de vivir mejor 
  con el cual nos enseña a conocer y a poner en práctica la prevención de la salud, así como también nos exhorta a corregir y a equilibrar el organismo, con sólo un simple ajuste y complemento de la dieta, en caso de haber contraído alguna enfermedad.

Como todo ser humano tiene la opción y la oportunidad de ayudar al prójimo, continuamos nuestra labor  teniendo siempre presente la premisa:
 Donde empieza la libertad de los demás termina la libertad de uno.



Sentirse felíz, hacer felíz a los demás y vivir felíz 
                                      (Keshava Bhat)

                                *******
Hoy, a petición, publicamos una exquisita, económica y sencilla receta típica venezolana de la región centro-occidental y de los llanos venezolanos. 
     Se trata de suaves, dorados, crocantes, sabrosos,  
 Buñuelos de Yuca bañados con "melao" de papelón, 
que pueden servirse como postre, o bien como una variante salada, acompañados con mantequilla o crema de leche.

Dicen los que saben de la gastronomía de los Buñuelos, que son un manjar antiquísimo y que para hacerlos más caseros, deseables y apetitosos, la receta se la achacaron a una consentidora y gourmet abuela, de algún lejano país...




En Venezuela se usan una variedad de componentes en su elaboración, siendo los más comunes los buñuelos de yuca, apio, batata, papa, plátano o auyama. 

También los buñuelos se preparan con una pasta de harina mezclada con huevo, leche y levadura que se fríe en aceite y puede ir acompañada de otras mezclas que dependen de la región.
Los hay llamados "de viento", que se preparan  con tan sólo la masa, los hay de bacalao, calabaza, manzana, piña, queso, etc.

Buñuelos de yuca.
                           
                             
                                     
Ingredientes (para 8 personas)
1 kg de Yuca
Agua suficiente que la cubra
1 cucharadita de sal marina.

Ingredientes para el "melao"
1 taza de papelón rallado (puede ser en trozos).
1/2 taza de agua
(para un "melao" aromatizado agregar):
2 clavos de olor
1 astilla de canela.   
                

Preparación de los Buñuelos
Colocar en una olla con el agua hirviendo la yuca pelada y picada en trozos grandes, junto a la sal.
Cocinar a fuego lento hasta que ablande.
Retirar la yuca de la olla y colocarla en un envase hondo.
Sacar las fibras gruesas y hacer un puré con la yuca aún caliente.

                                   

El puré debe quedar sedoso.
Dejar enfriar la masa a temperatura ambiente.
Hacer unas bolitas de unos 3cms. de
diámetro.
                                  
Colocar los buñuelos en una bandeja previamente enmantequillada y llevarlos al horno a 350ºc. por aproximadamente 25 minutos. 

                                 

Darles vuelta hasta que se doren uniformemente.                                                                               
Cuando están listos, servirlos tibiecitos en una fuente o en platos individuales y bañarlos con el "melao" de papelón calientico si se desea comer como postre, o acompañarlos con mantequilla o crema de leche como plato salado.



                                                                                  
(Hay personas que prefieren cocinarlos en aceite o mantequilla hasta dorarlos).

                                       
EL "MELAO" DE PAPELÓN SE HACE FACILITO.
Sólo hay que poner en una olla pequeña el papelón rallado o en trozos, el agua, los 2 clavos de olor y la astilla de canela y dejar hervir, vigilando, hasta que espese. 

Cuando tiene consistencia de "melao" colar y bañar directamente los buñuelos, o vaciarlo en una salsera para que cada comensal se sirva al gusto.

                                               

A mucha gente le encanta comerlos con miel de abejas. Son una ricura!

¡Qué los disfruten!.
                                         
                                                     
                                                                         
 
  

Consumir yuca, favorece el alivio de jaquecas. 
Es un alimento muy digestivo, aporta vitaminas del grupo B, potasio, magnesio, calcio, hierro y Vit. C.
Reduce los niveles de colesterol e hipertensión. 
Genera energía por su riqueza de almidón. 



Las hojas del arbusto de yuca son utilizadas como emplastos calientes sobre la piel, en casos de dermatitis irritativa y tóxica.

                                 

De la harina de yuca "amarga o brava" se prepara el casabe, especie de pan ácimo, circular, delgado, crujiente y altamete digestivo, llamado por muchos 
el pan venezolano.


A falta de pan... bueno es casabe

                 
Agradecemos mucho a los consecuentes visitantes -conocidos y desconocidos- de estas páginas, su interés en seguirnos y por animarnos con sus palabras y mensajes, a retomar el Blog.
Bendiciones del Cielo. 


Manihot esculenta - Köhler–s Medizinal-Pflanzen-090.jpg
"Manihot esculenta." Yuca, mandioca, casavva o casabe.





Bibliografía:
Utilización de alimentos tropicales.
Estudio FAO Alimentación y Nutrición.
Wikieespecies. "Manihot esculenta"

Fotos MFQ
Algunas fotos cortesía  de Internet